viernes, 27 de febrero de 2015

Ají N° 2 - Ricinus Comunis...



Cuando tiempo atrás la plantaron
pensaron que un día crecería
y que muchas vidas alegraría,
sin pensar que lo que crearon

Ya no era hija de los colores,
habíase tornado en
hiedra venenosa,
celosa y envidiosa,
génesis de males y dolores.

Embuida en sus adicciones
vive del jardinero y las abejas,
se cree libre y vive tras las rejas
de sus propias obsesiones.

No consiguió en la vida polinizar
porque hasta el pistilo más fértil
temió perder su linaje en planta fútil
y prefirió extinguirse que engendrar.

Ponzoña salen de sus pétalos,
espinas escondidas cubren su tallo,
ojos llenos de patas de gallo
en cuerpo de un enano búfalo.

Digo enano porque nunca creciste
y no hablo de la estatura
sino de tu escasa cultura,
la vagancia fue lo que preferiste

para llenarte la boca de hechos
de la cual dices ser heroína,
pretendes engañarnos con tus felonías,
pues tu crueldad no tiene techo.

Qué pobreza en tu mente y tu alma,
sacas las garras al menor descuido,
eres mucha alharaca, mucho ruido,
tu vida no tiene ni paz ni calma.

Quédate con tu mediocridad,
de ti yo no espero ni un plato de comida;
no te deseo el mal, pero en la vida
todo da vueltas, la verdad.

Ahora entiendo porque ningún hombre
osaría poner manos en tu jardín marchito,
¿Será que está 'salado' o maldito?
Ay, mujer boba, no haces gala de tu nombre.

Y así vivirás seca, provocando dolor,
clavarás espinas, pues ya no tienes color,
eres sombra y envidia sin pudor,
hace tiempo murió una cándida e inocente flor.




lunes, 23 de febrero de 2015

Caramelo N° 2 - Don Pantita...



Estos metros de césped y geranios
son los nietos amnésicos
de aquellos arbustos plantados
décadas atrás por las manos
de aquel pequeño hombre honrado,
un incomprendido entre los humanos.

Nació en un remoto lugar
donde los campos y la leña
daban la bienvenida al viajero,
y los ríos era el líquido elemento
que en la ciudad es objeto pasajero,
ignorante selva de vidrio y cemento.

El parque por el que siempre paso
luce bello pero abandonado.
Qué distinto cuando el abuelo,
empuñando pico, sudor y palas
removía maleza y piedras del subsuelo
dejando césped bueno, desechando yerbas malas.

Y aunque hoy duermes bajo alfombra verde
veo ahí tu parque -aunque de lejos-.
queda en mi memoria de niño
mi abuelo sembrando con cuidado cada plantita,
y de todos tus recuerdos te evoco con cariño,
mi querido abuelo, don Pantita.

07OCT2014

Mi abuelo, Pantaleón Rojas...

viernes, 9 de enero de 2015

Ají N° 1 - Revienta fodonga la bola...

Autoría: Alex R. T'ang

¡Revienta fodonga la bola!
Con aires de gran doctora
deposita su descomunal cola
mientras raja de todos la traidora.

Como en la oscura Inquisición,
señala y acusa despiadada
como muestra de su bruno corazón,
ríe con cinismo la desgraciada.

¡Revienta fodonga la bola!
Alucina ser gerente la maldita,
tan diabla ella que todo lo controla;
si la desoyen, cuando puede, se desquita.

Qué miserable es su existir,
con nadie se casa; mas es siempre servil
con quien de su billetera puede subsistir,
tan roñosa y calculadora es la muy vil.

¡Revienta fodonga la bola!
Come porquerías, mejor dicho, ¡engulle!
Traga pan, salchicha y mucha Coca Cola,
y si no huevea, ataca a la gente y la destruye.

Se vanagloria de cosas intrascendentes,
alardea de lo fútil como su ópera prima,
en su vida nada suyo es transparente,
a la autoridad ya la moral se las pasa por encima.

¡Revienta fodonga la bola!
Abyecto ser de trescientas libras y un poco más.
El único destino suyo es el quedarse sola.
¿Esperar de ella pizca de bondad? ¡Jamás!

Ociosa y arribista es la condenada,
vive en el Facebook y huye del trabajo:
esa es su vida de bruja malvada,
ni el Diablo se la lleva a patadas.

¡Revienta fodonga la bola!
¡Hasta nunca, Pokemón sin cola!


martes, 12 de agosto de 2014

Caramelo Nº 1 - Soneto a seis cuerdas...

Autoría: Alex R. T'ang 

Cuánta maravilla puede nacer
del canto de una dama
de cedro al recorrer
sus cuerdas al irme a la cama.

Cuánta alegría o melancolía
su canto puede provocar
en el trovador su melodía
cuando éste decide la guitarra tocar.

Es tan mística su magia acústica,
Es tan sublime su resonar,
Es tan increible su calidez,

Tan elegante, tan rústica,
Tan femenina en su cantar,
Tan amorosa y niña a la vez...
Guitarra - Oleo, de Mariana Spalvieri